Ayer la película de la semana en la 1 fué el King Kong de Peter Jackson, un remake del clásico de 1933 adaptado a los efectos especiales y la grandiosidad de que Jackson y hiciera gala en la multioscarizada trilogía "El señor de los anillos", no en vano la compañía encargada de los efectos visuales de King Kong es la misma de la trilogía de Tolkien: Weta Workshop.
La historia es de sobra conocida, en la época de la gran depresión Ann Darrow (Naomi Watts), una actriz de vodevil, pierde su trabajo y se embarca junto a Carl Denham (Jack Black) y Jack Driscoll (Adrien Brody) en un viaje a una remota isla, donde Denham pretende rodar una película, sin embargo al llegar a la isla encuentran una serie de aterradoras criaturas prehistóricas y la más impresionante de todas es un gigantesco gorila llamado King Kong. Denham ve su oportunidad de hacerse rico si consigue capturar al simio y exhibirlo en Nueva York, sin embargo Kong se escapa y siembra el caos en las calles de la ciudad, culminando en la famosa escena del Empire State.
No cabe duda de que es una película muy larga (187 minutos) y sin embargo es tan entretenida que se te pasa enseguida, que la acción es trepidante y que los efectos visuales son perfectos es evidente pero la mejor escena es cuando Kong mantiene prisionera a Ann y ambos se miran a los ojos, magnífico y sorprendentemente tierno que nos muestra porque la historia es una versión trágica de "La bella y la bestia".
La película pudo ser calificada como superproducción y efectivamente lo es, pero contiene unas dosis de buen cine que ya quisieran muchas de esas enormes producciones de hoy en día.
Peter Jackson cumplió con esta película uno de sus sueños, que era hacer un remake de la película que le marcó de pequeño y aunque el resultado es una película muy larga, es un fantástico homenaje al mejor cine de aventuras.
Comparto tu crítica, muy buena peli y algo incomprendida en su momento.
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