miércoles, 2 de noviembre de 2011

Operación trueno (1965)


Operación trueno, es la cuarta película de Bond, y es la segunda en la que aparece el rival más famoso del agente secreto, Ernst Stavro Blofeld, aunque tanto en esta como en la anterior (Desde Rusia con amor) es conocido simplemente como número 1 de la organizacion SPECTRE y no vemos su rostro, simplemente se oye su voz y se le ve acariciando su famoso gato blanco.

El argumento empieza con la típica escena de acción pre-créditos, en la que Bond, tras deshacerse del número 6 de SPECTRE, resulta algo magullado y acaba en un hospital para recuperarse, alli se le asigna una terapeuta, que casualmente resulta ser una mujer atractiva que ayuda a Bond a recuperarse plenamente, entre terapia y terapia, 007 tiene ocasion de ver algunos sucesos extraños, que involucran a SPECTRE y un plan para chantajear al mundo ya que la malvada organización planea hacerse con dos bombas nucleares.

El encargado de llevar a cabo el plan es el numero 2 de SPECTRE, Emilio Largo, que tiene su residencia en Nassaum, alli se produce el primer encuentro entre el agente y el villano, en una partida de Baccarat, tambien conoce a Domino, que le cuenta la relación que tiene con Largo y que el capitan Derval, piloto del avion que transportaba las bombas nuclears, es su hermano.

Las investigaciones de Bond, le llevan al yate de Largo, llamado "El disco Volante" que es utilizado para el transporte de las bombas, y gracias a que tiene una compuerta submarina, toda la operacion se puede realizar sin ser vistos.

La verdad es que este Bond, es una de las películas normalitas de la saga, no le sienta bien venir después de la fantástica Goldfinger, y la multitud de escenas subacuáticas tampoco le hacen ningún favor, pues ver las escenas de lucha en silencio y entrecortadas con imágenes de la fauna marina resta bastante emoción.

La película tiene algún momento "genuino Bond" como cuando la agente de SPECTRE está en la bañera y le pide a Bond "algo que ponerse" y éste le acerca unas sandalias.

En esta película aparece de nuevo el famoso Aston Martin que hizo su debut en Goldfinger, aunque con algunos añadidos, como los chorros de agua de los que se hace uso en la escena inicial, y tambien un pequeño artefacto que Q le da a Bond para respirar bajo el agua durante 4 minutos (más o menos) que es igual a los que se emplean en "La amenaza fantasma".

La canción "Thunderball" fué interpretada por Tom Jones y se dice que se desmayó mientras cantaba la última nota, altísima y muy larga.

En resumen una película ni de las mejores, pero tampoco de las peores de la saga, entretenida pero sin el encanto de Goldfinger.

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